Recientemente vi una presentación en video esclarecedora de Natalie McAneney de Fightthenewdrug.org, quien habló sobre la pornografía y los impactos que tiene en los patrones de intimidad de los adolescentes. Según McAneney, la mayoría de los niños quieren enamorarse y ser amados, y quieren sentir una conexión con los demás.
Entonces, ¿qué impide que los adolescentes tengan una conexión humana?
En una palabra, porno. La pornografía influye abrumadoramente en la forma en que los adolescentes piensan sobre el sexo y la intimidad. El fácil acceso a la pornografía en línea está disminuyendo el nivel de conexión humana que las personas tienen entre sí.
Quizás pienses que no importa, pero tu cerebro piensa diferente después de ver pornografía.
Según Norman Doidge, PhD (2017), autor de The Brain that Changes Itself, afirma que “nuestros cerebros cambian biológicamente a través de cada experiencia pornográfica”. Estos cambios biológicos están teniendo un impacto en nuestras expectativas relacionales (Doige, 2017).
Específicamente, ¿qué daño causa la pornografía?
La pornografía refuerza los tipos de género, la violencia, cosifica a las personas y daña la sociedad y las relaciones (Foubert, 2018).
El Dr. John Foubert es un académico interdisciplinario con más de 50 publicaciones revisadas por pares que han aparecido en algunas de las revistas mejor clasificadas en educación, psicología y estudios de género. El Dr. Foubert realizó una investigación que examinó escáneres cerebrales de hombres mientras veían pornografía y descubrió que la parte del cerebro que se activaba mientras miraban pornografía se centraba en objetos, no en personas. La investigación demostró que la pornografía cosifica a las personas y dificulta tener relaciones naturales con los demás. La cosificación hace que sea más fácil ser violento contra los demás.
¿Qué más nos hace ver pornografía?
La pornografía afecta las expectativas físicas sobre otras personas y afecta negativamente la autoestima. Conduce a depresión, ansiedad y soledad (Centro Nacional de Explotación Sexual NCOSE, 2018). Estas cuestiones por sí solas pueden tener un enorme impacto en la sociedad en general.
Esto es lo que podemos hacer al respecto:
Los padres, líderes y amigos pueden educar y empoderar a nuestros jóvenes para que tomen decisiones saludables sobre esta creciente epidemia. McAneney sugiere las siguientes acciones:
Hable con su hijo adolescente y tenga conversaciones honestas y positivas sobre la pornografía.
Infórmeles sobre los efectos nocivos de la pornografía visitando sitios como: Fightthenewdrug.org, Citizensfordecency.org, endsexualexploitation.org y Truthaboutporn.org.
Empoderar a los jóvenes para hacer un cambio.
Establezca valores predeterminados de seguridad en sus teléfonos y tablets.
Cuando estamos educados y somos capaces de dotar de conocimientos a nuestros adolescentes, podemos protegerlos de los peligros de la pornografía y ayudarlos a aprender a cultivar conexiones humanas profundas, desarrollar el respeto mutuo y aprender a experimentar relaciones significativas que florezcan y conduzcan al amor verdadero.
Referencias:
Doidge, N. (2017). The brain that changes itself: Stories of personal triumph from the frontiers of Brain Science. ReadHowYouWant.
Foubert, J. D. (2017). The Public Health Harms of pornography: The brain, erectile dysfunction, and sexual violence. Dignity: A Journal on Sexual Exploitation and Violence, 2(3). https://doi.org/10.23860/dignity.2017.02.03.06 https://fightthenewdrug.org/john-foubert-phd-truth-about-porn-video/
NCOSE, B. (15 de junio de 2014). Uso de pornografía y Salud Mental: ¿Existe una Relación? NCOSE. Obtenido el 25 de agosto de 2022 de https://endsexualexploitation.org/articles/porn-use-and-mental-health-is-there-a-relationship/
Vimeo (2018), Ready or Not, Porn is Influencing the Way Teens Think About Sex and Intimacy. June 1, 2018. https://vimeo.com/273026789
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